USOS
La absorción de nutrientes del intestino y su incorporación a las vías bioquímicas celulares están influenciados por muchos factores físicos y químicos, que tienen efectos adversos sobre la absorción y la utilización metabólica (biodisponibilidad) de estos elementos por parte de las células. Algunos de estos efectos están directamente relacionados con ciertas formas químicas de los elementos, o con la presencia de otros iones inorgánicos, que tienen el mismo mecanismo de absorción (3).
La unión de iones metálicos a sustancias orgánicas (ligandos) a través de átomos donantes (oxígeno, nitrógeno, azufre) conduce a una mayor disponibilidad biológica de estos elementos. Esto es probablemente causado por un mecanismo de absorción diferente a través de mecanismos de absorción de péptidos y aminoácidos, o por mecanismos de absorción alternativos (3).
Los estudios comparativos de la disponibilidad biológica de formas orgánicas e inorgánicas de oligoelementos (4, 5, 6 y 7) demostraron que los oligoelementos ligados a sustancias orgánicas son más resistentes a los efectos de otras sustancias químicas. Estas formas son más solubles y, por lo tanto, se absorben e incorporan mejor a los sistemas biológicos y las estructuras corporales. En las formas orgánicas o complejas de oligoelementos el elemento traza se une a un cierto ligando, que normalmente es parte de un aminoácido o péptido (3).
Mas del 50% del hierro en el organismo forma parte de la hemoglobina. El hierro también se encuentra en el músculo como mioglobina, en el suero como transferrina, en la placenta como uteroferrina, en la leche como lactoferrina, en el hígado como ferritina y hemosiderina. Es cofactor de las enzimas de la cadena de transporte de electrones, la citocromo oxidasa, la ferredoxina, la mieloperoxidasa, la catalasa y las enzimas del citocromo P-450 (8, 9, 10 y 11).
En ganado bovino, principalmente en becerros, la deficiencia de hierro produce una anemia microcítica hipocrómica debido a la falla en la producción de hemoglobina. Una disminución en la producción de mioglobina debida a la deficiencia de hierro puede provocar palidez en la carne de ternera. Los terneros anémicos son apáticos, disminuyen su consumo de alimento y por consecuencia su ganancia de peso. La deficiencia de hierro deprime el sistema inmune incrementando la morbilidad y mortalidad del ato. La deficiencia de hierro en el ganado adulto no es común (8 y 9).
Un alto nivel de hierro alimentario a cerdas en gestación tardía no incrementa sustancialmente la transferencia placentaria de hierro a los fetos. La alimentación con altos niveles de diversos compuestos de hierro, incluyendo sulfato de hierro y quelatos de hierro, a las cerdas gestantes y lactantes no aumenta el contenido de hierro de la leche en un grado tal que se puede prevenir la deficiencia de hierro en lechones recién nacidos. Sin embargo, estos niveles pueden prevenir la deficiencia de hierro en lechones que tienen acceso a las heces de la cerda (10).
En aves de producción la deficiencia de hierro ocasiona anemia, con una reducción del hematocrito y mala circulación extra-embrionaria en el huevo (11).
El hierro de fuentes orgánicas es biológicamente más disponible que de fuentes inorgánicas, esto ha sido determinado por la realización de diversos estudios:
En un estudio realizado con pollos de engorda en el que se compararon las diferencias en el crecimiento, las concentraciones de minerales tisulares, la excreción de minerales fecales y las actividades de enzimas antioxidantes del hígado entre una dieta que contenía hierro orgánico unido a glicina contra otra que contenía hierro inorgánico como sulfato ferroso. Se llego a la conclusión de que el glicinato de hierro, en comparación con sulfato ferroso, puede mejorar el crecimiento, el almacenamiento del hierro tisular (disminuyendo las concentraciones fecales de hierro) así como el estado antioxidante en pollos de engorda (12).
Otro estudio se realizó con cerdos de 28 días de edad, recién destetados, a los que se les provoco una deficiencia de hierro, bajo estas condiciones se determinó la digestibilidad aparente de hierro para tres fuentes distintas que fueron quelato de hierro, glicinato de hierro (B-TRAXIM 2C Fe) y sulfato ferroso. Los resultados mostraron una digestibilidad prácticamente igual para el quelato de hierro y el sulfato ferroso (30.8% vs 30.7%), mientras que para el glicinato de hierro la digestibilidad fue de 40.9%, lo que representa un incremento del 10% de digestibilidad en comparación con las otras dos fuentes (13).
ANÁLISIS TÍPICO
Composición | Cantidad |
Hierro | 22% Min |
Glicina | 25% Min |
DOSIS RECOMENDADAS
Especie | Gramos/Ton de MS dieta tot | |
Min | Max | |
Ganado bovino | 130 | 180 |
Terneros de carne | 230 | 450 |
Porcino | 180 | 360 |
Aves | 180 | 360 |
Caballos | 180 | 270 |
Ovejas | 140 | 230 |
Gatos | 320 | 410 |
Perros | 320 | 410 |
VENTAJAS
La micropartícula cristalina de ÜBERMIN Fe 22 permite una dispersión óptima y asegura un nivel de metal constante y regular en la ración.
La utilización de ÜBERMIN Fe 22 para raciones deficientes en hierro ayuda a potencializar el rendimiento de los animales ya que la deficiencia del mineral provoca una pérdida de la homeostasis en el organismo.
Tiene mayor biodisponibilidad que las fuentes inorgánicas de hierro.
ADVERTENCIAS
Máximo 60 meses cuando permanece almacenado en su envase original y se mantiene en un lugar fresco y seco. Las alteraciones en el color no influyen en sus propiedades.
PRESENTACIÓN
Bolsas de plástico y multi-papel reciclables conteniendo 25 Kg.
REFERENCIAS
- http://www.pancosma.com/es/portfolio-item/b-traxim/
- Tobón Zapata, G. E., Benavides Arevalo, J. F., & Flórez Acosta, O. A. (2009). Glicinato de cobre: una aproximación a su solubilidad. Revista Cubana de Farmacia, 43(1), 0-0.
- Novotny, J., Pistl, J. U. R. A. J., Elias, D., Seidl, H. E. R. B. E. R. T., Kovac, G., & Bobcek, R. (2003). Effects of diet supplemented with some trace elements on the concentration of the elements and immune indices in pigs. BULLETIN-VETERINARY INSTITUTE IN PULAWY, 47(2), 559-566.
- Ashmead, H. D., & Graff, D. J. (1982). Placental transfer of chelated iron. In Proceedings of the International Pig Veterinary Society Congress, Mexico (Vol. 207).
- Ward, T. L., Asche, G. L., Louis, G. F., & Pollmann, D. S. (1996). Zinc-methionine improves growth performance of starter pigs. J. Anim. Sci, 74(Suppl 1), 182.
- Carlson, M. S. (2000). A closer look at inorganic and organic copper and zinc supplementation in nursery pig diets. Biotechnology in the Feed Industry, 301-308.
- Smits, R. J., & Henman, D. J. (2000). Practical experiences with Bioplexes in intensive pig production. Biotechnology in the Feed Industry, 300.
- National Research Council. (2001). Nutrient requirements of dairy cattle. 7th rev. Washington DC, USA, The National Academy Press.
- National Research Council. (1996). Nutrient requirements of beef cattle. 7th rev. Washington DC, USA, The National Academy Press.
- National Research Council. (1998). Nutrient requirements of swine. 10th rev. Washington DC, USA, The National Academy Press.
- National Research Council. (1994). Nutrient requirements of poultry. 9th rev. Washington DC, USA, The National Academy Press.
- Ma, W. Q., Sun, H., Zhou, Y., Wu, J., & Feng, J. (2012). Effects of iron glycine chelate on growth, tissue mineral concentrations, fecal mineral excretion, and liver antioxidant enzyme activities in broilers. Biological trace element research, 149(2), 204-211.
- Ettle, T., Schlegel, P., & Roth, F. X. (2008). Investigations on iron bioavailability of different sources and supply levels in piglets. Journal of animal physiology and animal nutrition, 92(1), 35-43.